todo va a estar bien...
Ian Curtis (q.e.p.d.)
(please)
Todo va a estar bien...
When routine bites hard and ambitions are low
and resentment rides high but emotions won't grow
And we're changing our ways, taking different roads
Then love, love will tear us apart again...
Ian Curtis
Abandono una idea anquilosada, refrita (en aceite negro de garnacha) y me alejo un poco de lo que hasta hace unos meses parecía un ideal decisivo.
La ruta de mis coincidencias me ha llevado a descubrir nuevos rumbos, en recorridos aleatorios por la memoria. La imaginación y la puesta en escena (virtual, cerebral) de un dulce porvenir (donde parece haber un soundtrack con colaboraciones de lamb, zero seven y air).
Continuar por la ruta del abandono, apegarse al mismo tiempo al sentido de pertenencia, de robo, ultraje y violación del territorio psíquico de aquel, a quien la suerte parece poner de frente a uno, justo como la historia bizarra de la Nueva España, en donde el esposo victima de infidelidades conyugales, decide salir todas las noches a matar al primero que se le atraviese, -aconsejado por un mal espíritu- con la esperanza de encontrar en cualquier momento al amante de su mujer. Aquí yace presente la historia de una forma de transgresion externa, una manifestación del deseo egoísta de consumar una justicia, justicia propia, personal, porque “fui olvidado por dios” (y por sus ineptos y burócratas subordinados).
"Porque vivo en un mundo técnicamente civilizado a veces siento la necesidad de revolcarme como un cerdo"
Otto Muehl
He comprendido más de lo que puedo entender, en el ejercicio de un intrépido accionista vienés que corta su piel y fragmenta su individualidad, al tiempo que la exhibe y mutila de manera simultanea. No es un simple loco, no es pervertido, no es una presencia de humanidad nefasta, no es un mártir. Es un héroe personal que ha ofrecido su propio cuerpo, su condición y el último reducto de su humanidad, haciendo propio lo prohibido, haciendo de su cuerpo un texto y una escultura orgánica a la vez. Ha hecho de su propia vida y de su propia historia un acto, a todas dimensiones romántico por autonomasia, mítico e infinito por consecuencia, inmortal por lógica propia. Su cuerpo, hendido, lastimado, torturado por su propia naturaleza se convierte en un monumento histórico y alcanza la belleza más allá de la categoría grotesca, de la estética del shock, de lo feo. Alcanza la belleza cuando consuma la hiperbolización de su propia muerte, cuando monumentaliza el dolor y el sacrifico de su propia materialidad y se vuelve grandilocuente, convirtiéndose el sacrificio en un sumum poético de cualidades excelsas. Sublime.
El abandono entonces se vuelve simplemente bello.
I have forgiven Jesús
Morrisey, You’re the quarry
Ese abandonado pensamiento parece entonces convertirse en la simulación de un universo propio, en el cual las paredes de los bunkers se levantan para no dar cabida a más factores externos que puedan herir, ya no la materialidad del cuerpo físico, sino la psique ultrajada por todos esos factores que encontraron lugar en los recovecos neuronales que habrían sido preparados previamente.
La fe y el sentimiento de esperanza (los cuales según mis ideas no son necesariamente lo mismo) actúan simultáneos en una aparente analogía con un sistema inmunológico (lógico, muy lógico) de anticuerpos corporales que defienden nuestra salud del contagio de otras cosas. Factores. Enfermedades. Violaciones externas a nuestra capacidad de almacenamiento y resguardo interno. Espacios que atentan contra nuestra inmunidad.
Violaciones de nueva cuenta y al final de cuentas.
La fe puede presentarse entonces como un nuevo mecanismo de dolor y una especie de flagelación al cuerpo mismo, al ente psíquico. La caída de la esperanza puede reflejarse en la enfermedad, (real) en el rostro, en las palabras y en la manera de arrastrar los pies cuando caminas.
“Si todo fuera como tu deseas que sea entonces la vida no tendría sentido”
Fuente omitida por el administrador de este texto
Absolutamente ilógico, absolutamente infundado. Me niego rotundamente a creer eso. Si se pregunta a cualquiera es obvio que no escogerá la vía difícil, por eso es que solo existen pocos Neo’s.
Me arriesgo a pensar que la sola idea de esta frase, me hable de una forma plana de justificar la existencia y la vida de la gente, de ahorrarse problemas y emular postulados con ganas de abrir clubes de optimistas.
“Por que ya no hay que argumentar más líneas de amor, solo abrazos” Reverie loves you!!!
petit sommeil reverie
Últimamente he vivido haciendo caso a esta idea. He pensado que la utopía de la felicidad puede ser propuesta como única línea de argumentación para lograr la salvación de la humanidad, o por lo menos de aquel sentido de lo orgánico tan promovido por mi propia naturaleza en los últimos tiempos.
Cuerpo que me hiciste mal pero te quiero tanto...
He tratado de defender a todos dientes, la idea de que no puedo abandonarme a la experiencia humana filtrada por un medio. A que no debo de ceder mi naturaleza humana, mi ansiedad y mis más animales formas, a un aparato y un soporte de efímeras condiciones...pero heme aquí bloggeando de lo lindo. Por la economía del medio, por la pluralidad y el servicio, buenas noches vuelva pronto, muchas gracias...
Al final regreso a ese abandono y me siento como Ian Curtis, me siento como Goethe (y como su Werther también), me siento creepy (...i feel creepy, so much creepy...) y quizás tenga que ver con el hecho de que por fin comienzo a entenderlos.
Entonces, más ansioso que nunca estoy por volver a ese estadio de esperanza, a esa revelación de luces blancas.
Y creo que de cualquier forma, con toda la esperanza (la esperanza de la ciudad de la esperanza), no podré recuperar el tiempo, el valor y los momentos (las ganas, el ímpetu y la esperanza misma) de lograr el anhelado porvenir. Las mismas que había experimentado hace unas horas y que de pronto mi neurosis abandona.
Mientras eso llega trato de repetirme en la cabeza la frase que escuchaba durante un inmenso momento de caos:
“Todo va a estar bien...todo va a estar bien...”
...mientras yo estaba parado frente a una multitud de miles de jóvenes excitados, alcoholizados, drogados y eufóricos. Jóvenes nada más.
Isaac Torres
México D.F.