camisonrosa

domingo, noviembre 13, 2005

De mi centro a periferia...días

Este es otro de esos textos largos...laaaargossssss..so sorry...
Si alguien me invita a colaborar periódicamente en un medio, os prometo regresar a las mini viñetas...


Pero por el momento tengo ganas de decir cosas...


Día de antes...día de hace un rato
Hace unos días volví a salir con alguien a quien, he tenido a bien nombrar como mi primo desde hace algunos años. Si mis lectores me conocen es muy seguro que lo conozcan a el también. Y bueno, nada fuera de lo normal, salimos hace un par de semanas...nos tomamos unas cervezas (o me tomé más bien, el dice que le duelen las articulaciones con la cebada). Platicamos cosas acerca de nuestras vidas, de nuestro presente, nos actualizamos a medias. Digo a medias por que lo padre vendría después, en una noche que hacia frío y viento, en reforma, cuando ambos preparábamos negocios, tomábamos café del starbucks y platicábamos cosas dignas de adultos contemporáneos.

Algún día nuestros destinos deberían de unirnos otra vez, en un buen momento. Creo que este era el momento. Me dio gusto saber que después de la tempestad, a ambos parece irnos bien. Yo estoy contento. Siento que estoy haciendo las cosas bien, particularmente ese día me sentía contento. Alguien me pondría contento unas horas después.

Hay personas que sabes que verás el resto de tu vida, más si te has arriesgado a llamarles en algún momento “tu familia”. Hoy me da gusto saber que estas bien, (por lo menos en algunas cosas) que yo estoy bien y que nuestras rutas se bifurcan todo el tiempo por que pertenecemos a un mismo universo. Nuestro universo, el de nuestra niñez, nuestra adolescencia (vaya que adolescencia), nuestro primer cuarto de siglo, el que nunca pensábamos en alcanzar.

Hoy es verdadero.

Sobre todo me dio gusto saber que querías olvidar ese año. Que puto año. What a fuck!

Ese día también vi a mi cuñada y enorme gusto sentí de verle una sonrisa. También vi a mi hermano y creo que él solo quería un pozole.

Y bueno...si, me he sentido confundido, igual que todos lo demas que andan por acá, conmigo.

Día fuerte. Día intenso. Día feliz. El día.
Al otro día amanecí con un pequeño dolor de espalda que fue creciendo conforme la tarde acababa.

Al otro día supe que ella se había ido a dormir con una gran sonrisa en los dientes, en los labios.

Ese día supe muchas cosas, todas me dieron vueltas. La mitad fueron obvias y la otra mitad obtusas. Secretamente me encanta que me saque las palabras a fuerza. Secretamente se que a ella le encanta que yo le haga lo mismo.

Secretamente se que a ambos nos encantan muchas cosas.

Al otro día me di cuenta de muchas cosas y deje otras más en la maleta.

Ese día, una hora pareció toda una vida. Una hora fue como un pastel de cinco pisos para una quinceañera. Como una gran inversión para un capitalista. Como la caída del muro de Berlín para occidente. Ja ja ja.

Al otro día entendí que todos podemos empezar una revolución desde nuestras camas.

Al otro día seguí tal cual y como estaba, pero al doble o al triple.

ese día me reí, me reí mucho y todo se fue lejos, lejos.

hoy sigo sonriendo, a medias, completo, sigo sonriendo.


Días de cine, días de no rock, días de adulto
La semana pasada parecía ser muy feliz por que volvería a ver a la banda, o por lo menos a buena parte de ella. Creía que rockearíamos hasta el amanecer pero en realidad fue hasta las dos de la mañana. Luego nos dio sueño y el chupe se acabo. Y al otro día sobrevino una cruda tonta, muda, seca. Mi cuerpo ya no resiste el rock de hace unos meses. Y creo que tampoco mi mente.

El viernes había gran fiesta, hoy también, pero de pronto decido quedarme en casa, volver antes de las once. Rentar tres películas y verlas dos veces, para aprovecharlas. Quedarme sentado en la cama mirando televisión o enfrente de la compu navegando y pensando en como los demás se divierten mientras yo anhelo el momento de irme a la cama, de hacer mi llamada favorita o espero ansioso un miércoles o un domingo, o quizás un lunes y una paga por mi trabajo. No se.

No quiero ser como el aburrido guey de una amiga mía. No quiero ser así. Solo quiero estar a gusto.

Elefant de Gus Van Sant, Happiness de Todd Solondz y Good Bye Lenin de Wolfgang Becker fueron la selección. Terrorífica. Fría y exquisita.

Hablaremos de esto más tarde.


El día periférico. El día de otros días, donde cada vez me dan más ganas...
Iztapalapa es como zona de guerra, aunque el Melvin se moleste y me diga que “ no es como Cancún con huracanes”. A mi me tensa ver a la policía circular una y otra vez. Me tensa saber que desde mi pendeja y centralizada mirada todos pueden aturdirme, amenazarme, hacerme sentir miedo... aunque ninguno tenga la mínima intención de hacerme nada.

En la casa de los Melvins, o mas bien en su tienda, me siento como en un bunker. Me siento protegido, conozco las calles aledañas y he superado el regresar a casa más allá de las nueve de la noche. Se me ha vuelto costumbre tomarme un café americano que venden en una muy mona cafetería sobre la avenida de las torres...un negocio poco usual, según yo, para un barrio como Santiago Acá!

Aún así debo confesar mi ligera adrenalina y mi sentimiento de conquista al caminar por estos lares. Las cervezas se han vuelto rutina y la tarde me parece divertida, me parece amena, me agrada. La periferia me gusta cada vez más y mi sentimiento de etnólogo se entremezcla con el de “artista contemporáneo” y con el podrido periodista que conviven en mi.

Quizás pronto decida regresar a mi casa más allá de las diez de la noche. Eso sería épico. Imagino que si.

El otro día el perro me dijo que algunos de mis mejores amigos venían de la periferia. Yo le dije el otro día al Flores que estaba feliz de poder encontrar “uno de esos pinches diamantitos que Dios, jocosamente, abandona en la periferia para equilibrar las cosas”. Quizás para hacernos voltear hacia ella.

De igual modo me sigo preguntando: ¿Periferia en relación a que centro?

Iztapalapa, mi querido Melvin...such a f...ng great thing!!


Días de música, silla de plástico, computadora y teléfono. Días “trough the media”.
Pues si, definitivamente ese estupendo playlist que logré extraer de la biblioteca de Bellinghausen me ha cambiado la vida, o por lo menos estos últimos días. Ese ejercicio de playlist debería de ser obligatorio en todas las escuelas, en todas las modalidades educativas.

Y bueno, junto con eso y desde hace un mes, se ha desplegado una carrera por volver a la música, la que tenía perdida desde hace ya tanto tiempo, cuya culpa atribuyo a otra pasión.

No quisiera perderme en detalles, sino ocupar este espacio, para cerrar este post regalando, una vez más, extractos de las letras de tres canciones que hoy me hicieron ver que en verdad, puedo sentir más allá de lo que creo poder ser capaz.

A menudo me sorprendo a mi mismo. Eso me da gusto.

Wisemen want faith,fools want gold
Sailors want water, but you want it all

She turns half nude to find me naked
But I can see she wants me in other ways
In the dark I've driven her to madness
Nite and fog are my days

Nite and Fog, All is dream, Mercury Rev

I don't want to be shy
Can't stand it anymore
I just want to say 'Hi'
To the one I love
Cherry blossom girl

Cherry blossom girl
I'll always be there for you
That means no time to waste
Whenever there's a chance
Cherry blossom girl
Tell me why can't it be true

Cherry Blossom Girl, Talkie Walkie, Air

Do You Realize - that you have the most beautiful face
Do You Realize - we're floating in space -
Do You Realize - that happiness makes you cry
Do You Realize - that everyone you know someday will die

Do You Realize - that you have the most beautiful face

Do you realize, Yoshimi battles the pink robots, The Flaming Lips

En este preciso orden recomiendo escucharles...
Que tengan un buen día, trataré de hacer lo mismo.

martes, noviembre 08, 2005

play my music

Debería de empezar a escribir en este momento...

Hoy he recibido dos discos...el primero es una promesa cumplida de un recopilatorio de Pulp...gran banda...

El otro es un playlist generado a partir de un asalto a la biblioteca de Ana. Debo confesarlo orgulloso, mi primer playlist en forma.

Hoy la música me ha acompañado de una manera curiosa...me ha hecho feliz desde en la mañana con melodías pegajosas y bizarramente melancólicas.

Con frases poderosas...últimamente he tenido la suerte de prestar un poco más de atención a las palabras y a los moods...

Esta música (la del playlist) me produce una extraña sensación (alegres melancolías, dice Bellinghausen).

En realidad no estoy muy seguro de que se trate...pero intuyo que tiene que ver con el bienestar, la felicidad y el velo de incertidumbre que fluye en estos días...mis días...

Quisiera compartir algunos fragmentos (diría Barthes, de un discurso amoroso”) que encontré en lo que ahora se ha convertido en una de mis páginas favoritas...

Marcar se ha vuelto una costumbre...no quiero perderla...

Maybe I just wanna fly
wanna live , don't wanna die
maybe I just wanna breath
maybe I just don't believe
maybe you're the same as me
we see things they'll never see
you and I are gonna live forever

Oasis... live forever

Because maybe
You're gonna be the one that saves me
And after all
You're my wonderwall

Oasis, Wonderwall

Just give me one more day (one more day)
Give me another night (just another night)
I need a second chance (second chance)
This time I'll get it right (This time I'll get it right)

I'll say it one last time (one last time)
I've got to let you know (I've got to let you know)
I've got to change your mind (I've got to change your mind)
I'll never let you go

They've got violence, wars and killing too
All shrunk down in a two-foot tube
But out there the world is a beautiful place
With mountains, lakes and the human race
And this is where I wanna be
And this is what I wanna do

New Order, Krafty

Todo debe tener un choro... ojalá un buen choro...

me gustaria poder escribir bajo estas líneas algo que hablara mejor de lo que pasa por mi cabeza...

pero el lenguaje a veces no da para tanto
y por eso...ahhh que bonita es la música

jueves, noviembre 03, 2005

doble contra sencillo...una propuesta

tengo una propuesta a todos ustedes:

estoy casi seguro de maldita vecindad viene a recuperar el tiempo perdido...

antes de que este más perdido...

estoy seguro que a todos nos gusto la maldita en algun momento...

por ahi de la primaria y la secu...

acepto sus apuestas...yo voy por que vuelven por el tiempo perdido...

pero yo no soy critico de rock ni mucho menos mercadologo...

solo intuyo...

depositen su apuesta en los comments...

yo no se por que no se me ocurrió esto con miranda...chale

lean lean...no sean huevones (como la www.vacahuevona.blogspot.com

Un compendio de ideas ex profeso para mi bella genio

nota: este texto es enorme...lo se...de hecho su extensión podría ofender a cualquier buen bloggero...
solo me remito a extenderles una disculpa anticipada (tratandio de ser lo mas políticamente correcto) y los invito a darle una "ojeada" y decidir leer lo que de acuerdo al subtitulo, les parezca más interesante...en realidad se trata de un texto de semi-profundidad...
ustedes como lectores tienen la ultima desición
muchas gracias por su comprensión.

Se venden espejitos como antiguedades...
“No todo lo que es oro brilla, remedio chino infalible”
Manu Chao, Me gustas tu...

Lo primero que les dicen a los extranjeros al llegar a México es que jamás tomen taxis en la calle. Ese es un estigma que se queda marcado en lo más hondo de su ser y que solo se les puede curar una vez que te subes al taxi con ellos. Solo puedes enseñarlos a comer en la calle cuando ellos te miran comer a ti.

Lo más difícil de llegar a un lugar que no es tu país, es aprender a identificar todo aquello que no te es inmediato. Que no te es propio. Todas estas aseveraciones son producto de varias experiencias, que no necesariamente son parte de mis viajes, sino por el contrario, son experiencias robadas a viajeros que han caído conmigo y a quienes he tenido oportunidad de mostrarles una ciudad, que como todas (imagino) poseé características particulares que pueden ser únicamente descifradas por alguien que comprende el entramado urbano, lo encriptado de distintos códigos que se establecen entre micro comunidades intersubjetivas, la colonia, la bandita, los mercados, los diálogos, el metro, las peseras, los vendedores. Todo forma parte de un mapa que tiene que ser descifrado poco a poco por el visitante.

A esos turistas se les puede vender cualquier cosa con cualquier historia, cualquier experiencia. El viejo libro adquiere un valor mucho mayor a su tarifa de venta en la librería de piojo, cuando es revalorado por un astuto promotor de lo mexicano y exacerbado con elementos propios de una historia como objeto. De pronto el mercader convierte al objeto en un ready made que le otorgará unos pesos con solo embadurnarlo de capital simbólico. Puro simulacro, simulacro que se vuelve real, se vuelve dinero, pero allá afuera, en el lugar a donde va será de valor auténtico. Al extranjero nadie le quita la experiencia y la historia de aquello que cree (o que logra) vivir.

Su nuevo terreno, ese que domina poco a poco como cuando se tienta con el pie la temperatura de la alberca podrá convertir su experiencia en apropiación, aunque en realidad su ejercicio no será sino simple etnografía, antropología social o investigación de campo. Nunca dejará de ser un alien, un extraño, un güero.

Y es que por algo es viajero. Por que al parecer no pertenece al lugar por el que transita.


La naturaleza itinerante: Un viajero en búsqueda de aprehensiones y regocijos
“La vida debería de ser más ancha que larga”
Os Mutantes, Everything is possible

El viajero es un errante. Es un caminante que transgrede límites y rebasa fronteras. Que vuelve a su categoría primitiva de cazador recolector, en un afán por reencontrarse a si con nuevos horizontes y paisajes.

La división básica que parte al hombre en nómada y sedentario lo divide a su vez en Homo Faber y Homo Ludens, tomando como referencia a Johan Huitzinga y su teoría del Homo Ludens referido a su vez en el texto de Francesco Carreri “Walkscapes”[1]. En esta división primaria se refiere al Homo Faber como el ser sedentario que se apropia de un espacio y se establece en el mismo, creando una división de la tierra y una sectorización y asimilación de ella. Este tipo de hombre es aquel que organiza el espacio y lo trabaja de acuerdo a sus propias necesidades, inventa la agricultura y la ganadería y al mismo tiempo estratifica los espacios y establece jerarquías, en concreto, piensa en función del espacio delimitado con usos específicos.

El Homo Ludens, más cercano a la tradición de un hombre nómada cambia su manera de relacionarse con el tiempo y con el espacio, se basa en la práctica del errabundeo y sus conceptos de recorrido son en torno a él mismo.

El espacio entendido desde dos lógicas distintas, la nómada y la sedentaria, otorga la división perfecta para hablar a su vez de otra división, o más bien, de otra forma de recorrer los espacios y de entenderlos. Para acercarnos hacia un análisis semiótico de los espacios físicos y de los recorridos, entendidos estos desde el punto de partida referido al transito, el desplazamiento y el uso de los mismos, podemos remitirnos a Gilles Deleuze y Felix Guattari[2] y comenzar por definir al espacio sedentario como sólido y denso, como una ciudad, o como un todo (mundo entero, geografías globales) con trazos urbanos, centros y epicentros y como un espacio estriado de muros, recintos y recorridos entre recintos.

El espacio nómada se presenta a su vez como una huella móvil y evanescente, como un vacío que atraviesa diferentes niveles y que deja a su paso estelas, es un espacio liso marcado por trazos que se borran y reaparecen con otras venidas.

Siguiendo con el modelo del espacio nómada y planteando al “andar” como práctica de intercambios, el errabundeo se presenta como la posibilidad de aprehender diversas formas estéticas en los deambulares cotidianos.

El viajero encuentra en ese desplazar constante una suerte de museo ambulante, de carnaval infinito en donde su dimensión de tiempo es amplia y variable, en donde su responsabilidad y objetivos están basados en la recolección de esta serie de experiencias.

Para el viajero la vida, en el instante en que se desplaza, parece ser más ancha que larga.

El lugar vacío en el back pack para la memoria

Todo aquello aprehendido, todo lo recibido por el viajero es almacenado en enormes discos duros de la memoria y el estomago. Todo se reproduce en sensaciones mediante la recreación de los sucedido y halla una forma de soporte físico en el souvenir, en la reliquia, en el vestigio y en la representación virtual de una memoria. La reproducción fotográfica.

Qué pasa si desprendes al tiurista de su cámara, si lo despojas de su fusil, su arma, su herramienta mecánica para el resguardo de la memoria.
Un viaje carente de imágenes es como uan cerveza sin alcohol. Se convierte en una experiencia esteril de la cual la mayor cantidad de frutos tendrán la imposibilidad de ser mostrados a otros. La experiencia del viajero se limitará al soporte oral. Su veracidad quedará en juego y el valor de su experiencia reducirá considerablemente.

Pero lo más trascendente es que el viajero perderá la posibilidad de hacer permanente y recreable su historia personal, al mismo tiempo que puede abandonarse a la paradoja borgiana de establecer como un espacio de tiempo indefinido y como un todo permanente: “El tiempo es la sustancia de que estoy hecho, el tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río, es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre, es un fuego que me consume pero yo soy el fuego”.

El turista, visitante o viajero es en si mismo su propia experiencia. La práctica del tiempo en el mismo tiempo (desarrollo de experiencias en torno al espacio(geográfico)-tiempo(transición)). El viajero es entropía.

Si bien el abandono de la cámara podría representar una forma de hiperbolizar la experiencia e intensificarla, en el instinto del viajero permanecerá el sentido de recolección característico de la raza humana. Por lo menos en la memoria. En el se entremezclan una estética pretérita, con una experiencia presente y una reproducción futura. En una definición tomada de Joan Fontcuberta podríamos referirnos a que cualquier instante de todos los instantes, basta para saber la historia del universo. El fragmento fotográfico tiene esa función. Ser un fragmento de lo histórico. La memoria no es más que el recuerdo de un pasado ilusorio[3].

Una práctica nomádica, itinerante.

Para lo demás existen las camisetas, las postales, los llaveros, las polaroids en trajineras. Sobre todo las postales, que funcionan como una elongación del propio viajero y como un eco a distancia.

La breve historia de un Sr. Pérez
“Vamos a empezar una revolución desde mi cama”Oasis, Don´t lock back in anger

Marc Auge[4] nos platica, para introducirnos a la idea de los espacios del anonimato, la historia de un tal Sr. Pérez, quien decide sacar unos billetes del cajero automático antes de emprender un vuelo de París a Doubai. Durante los minutos previos a su abordaje y en el espacio temporal entre el despegue, Pérez recibe una cantidad de información necesaria para poder tomar decisiones y encontrar opciones de más. Al momento de reclinar su cabeza, encender el radio y decidirse a descansar las nueves horas de su viaje, se habla de que por fin esta solo.

Desde este espacio, físico, (el avión, el asiento), Pérez parece desplazarse no sólo geográfica, sino ideológica y conceptualmente.

Yo me desplazo desde mi cama, desde mi televisor, desde mi computadora personal, desde mi teléfono, me desplazo por no-lugares y mi itinerario cotidiano parece ser una especie de mapa, de trayecto y de errabundeo de características nómadas. Mis relaciones personales, laborales y familiares parecen tenderse como una ruta rizomática en donde unas y otras se encuentran.

Desde la comodidad del medio podemos empezar una revolución y evocar ese sentido del viajero, ir haciendo esa constante recopilación de experiencias y revivir y motivar la entropía, promover la interacción “por el medio”, encontrar el espacio adecuado, en el anonimato del propio espacio, para integrar una cosa con la otra.

Promover entonces (y por fin) el sentido primero de la navegación y la exploración y entonces entender el mundo y conocerlo desde mi cama. O desde la tuya.

Los viajeros mismos hoy también pueden ser un simulacro.

Los viajeros también pueden estar sacrificando hoy, parte de su identidad (o su identidad integra) al envolverse en estos espacios del anonimato, en estos no-lugares, donde su presencia será efímera, y se mezclará con todo el entorno.

Provocando una necesidad más grande de desplazamiento.

Y entonces el usuario cambiará su propia ruta. Todo depende de su elección. Los usuarios podremos ser viajeros a la vez.

Al final todo pasa por que tiene que pasar

Isaac Torres
Nov, 1982

[1] Carreri Francesco, Anti-Walk en Walkscapes, GG, España, 2002
[2] Ibid
[3] Fontcuberta Joan, El beso de Judas, Fotografía y Verdad, GG, Barcelona, 1997
[4] Auge, Marc, Los no-lugares, espacios del anonimato, Gedisa, Barcelona, 2002
 

ojala pronto podamos vernos, todos... y entonces darnos un gran abrazo y decirnos de una puta vez quien es quien...